viernes, 26 de julio de 2013

1. ¿Para qué nos alimentamos? Para proveernos de energía vital.




La energía que mantiene la vida. La energía vital.

  


La naturaleza es un conjunto vivo, un “ser” vivo en el que todos sus elementos están relacionados entre sí: la tierra, el agua, el aire, el sol, los vegetales, los animales, el hombre…y cada uno de ellos mantiene el equilibrio con los restantes. Son partes integrantes de esa Naturaleza. Cuando el ser humano se encuentra en equilibrio con todo lo que le rodea y consigo mismo vive en salud, y cuando dicho equilibrio se rompe, tanto hacia fuera como hacia dentro, aparecen los diferentes grados de “enfermedad” o desequilibrio. La enfermedad no existe más que como un estado de menor salud, y para conseguir la salud es necesario la búsqueda de ese equilibrio en base al respeto de las leyes naturales y de las leyes universales.

El organismo humano y cada una de sus células viven gracias a la ENERGÍA VITAL conseguida por la digestión y asimilación de los alimentos, la respiración, el contacto con el sol, el agua, con la Naturaleza y mediante la relación con las demás personas en el medio social, también a través de la consciencia en el vivir, el pensamiento positivo, el movimiento, el trabajo colectivo, el descanso, el sueño…Dicha ENERGÍA VITAL se manifiesta tanto en la salud como en la enfermedad. Si nos hacemos una herida o nos rompemos un hueso, trabaja para que la herida cicatrice y los dos fragmentos del hueso vuelvan a unirse. En la “enfermedad”, guiado instinto de conservación de nuestro cuerpo, la energía busca positivamente la salud, de tal forma que muchos de los síntomas que la acompañan indican claramente esta finalidad.

Modificado de: http://luz-kaliha.blogspot.com.es. Lorena Rodríguez Fernández.