miércoles, 23 de enero de 2013

SANACIÓN DEL ÚTERO

 
Para que la mujer pueda acceder a la energía de su corazón, debe primero sanar su vientre, curar la herida ancestral de lo femenino. En prácticamente toda mujer encarnada hoy en la Tierra existe esa herida. Es la herida formada por todo el dolor acumulado en el inconsciente colectivo de la humanidad, por los miles de años de represión y utilización de lo femenino.
Tenemos que empezar por sanar nuestro vientre, para que la Diosa se pueda manifestar. Y hoy en día, el vientre de las mujeres se encuentra impregnado a nivel celular de la herida de siglos de dominio y deshonra de la Diosa... Nuestras relaciones sexuales no han hecho, ni hacen, más que agravar dicha herida... Tenemos que empezar a pensar, que cualquiera que no nos trate con reverencia y respeto, no tiene derecho a entrar en nosotras.
La sanación de la mujer, y esa toma de su verdadero poder, ayudarán también al hombre a curarse, porque va a deshacer toda la energía atrapada a través de historias de cientos y cientos de encarnaciones, que lo que hacen es crear más dolor e inseguridad en la Tierra. 
El útero… es como un refugio… un nido… un centro de Energía y de Poder… centro de vida, de supervivencia, el lugar de creación y de expansión… Un mandala de Vida… El útero, esta conectado con el Útero de la Tierra… donde se gesta toda la Vida que existe en este Planeta… y late, al compas de los vientres femeninos, en una danza creativa y cocreadora. Allí, reside el Poder de la Energía Femenina… un poder ancestral y místico … 
De unas décadas al presente el papel de la mujer ha cambiado, hay una gran integración en los más diversos roles de la vida. Antaño la mujer ese contentaba con un rol como madre, esposa, en muchos casos sumisa y caminando de puntitas detrás de su compañero. Actualmente hay más entendimiento, mayor espiritualidad, descubriendo que no era necesario competir con nadie y que el hombre y la mujer tienen misiones y acciones que son complementarias innegables. Hay un resurgir de lo femenino, es decir el Aspecto Femenino de Dios en cada uno de los seres humanos. Porque aquí si es necesario decir que más allá del genero todos tenemos el yin y yang en nuestro interior.
Cuando la mujer comienza a integrar en la vida cotidiana la espiritualidad natural, lo que aparece es maravilloso porque su corazón se abre y la magia aparece, entonces la mujer se vuelve una con la Gran Naturaleza, con la Pachamama. Hablamos cariñosamente del retorno de la Diosa para explicar a un ser con poder constructivo y sensible con una enorme capacidad de renovación.
Allí aparece entonces la creadora, la artista, la madre nutricia, la ceremoniante, la sanadora por excelencia que con su sola presencia genera cambios y luz en el entorno. Representando al aspecto femenino de la Creación, la mujer muchas veces se ha convertido en la viva representación de la Diosa en sus múltiples aspectos. En verdad podemos decir que en nuestro mundo interior está más viva que nunca. Enhorabuena para ti que le estas permitiendo aflorar!!!!