Para recuperar
nuestra salud y mejorarla tendremos que alimentarnos adecuadamente, es decir,
con una alimentación no tóxica y bien combinada. Las malas combinaciones
alimentarias hacen que no se digiera bien la comida con lo que no se aprovechan
sus nutrientes y lo que es peor, que producen fermentaciones y putrefacciones
generando sustancias tóxicas que dañan el sistema digestivo y pasan a la sangre
ensuciando el organismo, produciendo inflamaciones y reacciones autoinmunes. Y
también provocan que se realice una digestión lenta y laboriosa seguida de una
tardía evacuación, lo que permite una reabsorción de las toxinas fecales y como
consecuencia la fabricación de más grasa para poderlas almacenar.
Combinar
correctamente los alimentos va a permitir una mejora de la digestión, una
correcta asimilación, una adecuada evacuación intestinal y una desintoxicación
continuada.
Para realizar
bien la dieta debes conocer algo de la clasificación de alimentos, es decir,
saber lo que son proteínas y lo que son hidratos de carbono (que contienen
fécula o almidón).
Proteinas
Las proteínas
son: carne, pescado, marisco, huevos, lácteos, embutidos, setas, frutos secos
(nueces, almendras, avellanas, piñones…), semillas (de sésamo, de lino, de
girasol, de calabaza…), polen, levadura de cerveza, germinados, soja y sus
derivados (tofu, tempeh,…), seitán, hamburguesas y salchichas vegetales (y las
de carne también, claro está), etc.
También contienen bastante cantidad de
proteínas las legumbres. La quinoa (una semilla, pero que por sus nutrientes es
considerado como un cereal y se usa como un cereal) también tiene todos los
aminoácidos esenciales para nuestro organismo, los aminoácidos son las
moléculas que conforman las proteínas. Lo mismo pasa con el trigo sarraceno y
el amaranto (también son semillas pero son considerados como cereales) que
tienen aminoácidos en cantidad, aunque están más equilibrados en la quinoa.
Polen, levadura de cerveza, germinados y aguacate contienen también contienen
todos los aminoácidos que necesitamos para formar proteína, por lo que también
se consideran alimentos proteicos.
Hidratos
de carbono
Los hidratos
de carbono con fécula y almidón son: pan, pastas, cereales, arroz, harinas,
fideos, pizza, patatas, boniato, calabaza, batatas, castañas. Los cereales
integrales son sanos (no así los refinados -blancos, nefastos para la salud) y hay que
ir alternándolos para enriquecer la dieta ya que hay muchos tipos: arroz
integral o semiintegral, quinoa, mijo, trigo sarraceno, amaranto, avena,
centeno, cebada, maíz, trigo integral o semiintegral, espelta, kamut, etc.
Las reglas
para una buena combinación alimentaria son las siguientes:
-
No mezclar en el
mismo menú proteínas fuertes, que son las procedentes de animales (carne,
pescado, marisco, huevos y lácteos) con
hidratos de carbono (féculas o almidón).
Las proteínas requieren
un medio ácido para su digestión mientras que los hidratos de carbono necesitan
un medio alcalino (para que los enzimas digestivos correspondientes funcionen
adecuadamente) por lo que son incompatibles. Si se juntan se mezclarán
intermitentemente los jugos ácidos con los alcalinos sin realizar adecuadamente
su digestión, quedando moléculas intermedias perjudiciales y fermentando (los
hidratos de carbono) y pudriendo (las proteínas), produciendo sustancias
tóxicas, etc.
-
No mezclar
distintas proteínas en la misma comida.
-
La proteína es
recomendable consumirla en la cena.
Los hidratos de carbono con fécula y almidón, y las proteínas
fuertes se acompañarán siempre con abundante verdura pero no mezclar entre
ellos.
-
No mezclar
distintos hidratos de carbono en la misma comida.
-
Cuando en el
menú se tomen hidratos de carbono (féculas o almidón) no poner vinagre ni limón en la ensalada ni otro tipo de ácido,
ya que el ácido neutraliza una enzima que fabrica la saliva y el páncreas que
digiere los hidratos de carbono o glúcidos y por lo tanto no se digerirán bien
produciendo fermentaciones con sus consiguientes toxinas.
-
Las frutas se
tomarán siempre fuera de las comidas, nunca como postre. Como mínimo media
hora antes (excepto el plátano, los dátiles y la fruta seca como por ejemplo
las uvas pasas o los higos secos, etc., que hay que esperar de 45 min a 1 hora
a que salgan del estómago) o después de acabar de hacer la digestión (2 horas
después de una comida a base solo de ensalada o verduras crudas, 3 horas para
una comida bien combinada sin proteína animal, 4 horas en comida bien combinada
con proteína animal y 8 horas como mínimo para cualquier comida mal combinada) .
Lo ideal es en ayunas durante la mañana o a media tarde. También se puede
realizar alguna cena a base de macedonia de frutas con pan dextrinado, semillas
de sésamo, lino o girasol y yogur (en caso de no estar prohibido) de cabra o de
oveja o bien leche de chufa.
Nota: tanto el melón como la sandía se
comen solos, sin mezclar con nada, ni siquiera con otra fruta dulce; solo melón
o solo sandía.
Sólo está
permitido tomar como postre manzana, papaya o piña natural (no de bote) con el
corazón, si la comida ha sido de proteína animal, es decir, carne, pescado o
huevos.
La manzana si
que está permitida como postre en cualquier menú (contenga proteínas, hidratos
de carbono o verduras) ya que es un alimento neutro que combina bien con todo y
además facilita la digestión.
Las frutas con el estómago vacío salen enseguida del
estómago (20 min. o media hora) porque casi no tienen que realizar la digestión
(ya que sólo contienen agua, vitaminas, minerales, fructosa, glucosa y una
cantidad mínima de aminoácidos y estas sustancias no requieren digestión) y así limpian el aparato digestivo, depuran y
se aprovechan sus vitaminas y minerales. Sin embargo si se mezclan con otros
alimentos, como éstos requieren digerirse, la fruta no podrá salir, con lo cual
fermentará, hinchará el estómago o abdomen y no se aprovecharán sus propiedades
ni vitaminas, ni minerales, siendo perjudicial en vez de beneficiosas.
-
No mezclar fruta
muy ácida con fruta muy dulce.
No mezclar frutas muy dulces con ensaladas.
No mezclar fruta ácida con féculas ni
almidones.
-
No beber agua ni
otro líquido detrás de la fruta de hueso (cereza, melocotón, albaricoque,
ciruelas, etc) porque pueden producir fermentaciones e incluso cólicos y
diarrea.
-
Se tomarán
con
moderación las frutas muy dulces como uvas, caquis, plátanos, dátiles,
higos frescos o secos porque en exceso pueden producir problemas (sobrecargar
el hígado).